"El amor no tiene etiquetas", así se titula este hermoso video que fue compartido en el portal YouTube por la gente de AdCouncil.
El video fue realizado en una plaza de Santa Mónica, California, y forma parte de un experimento. Se logró que la gente se aglutinara alrededor de una pantalla gigante con el atractivo de ver esqueletos humanos en movimiento. Resulta que estos esqueletos humanos eran personas que se ponían atrás de la pantalla y por el frente de la misma solo se veían sus esqueletos, siendo imposible identificar el sexo, la edad, la raza o color de piel de los protagonistas.
De esta forma lo que se buscó fue generar impacto en la audiencia ya que se veía a los esqueletos interactuando, ya sea besándose, jugando, abrazándose o bailando. El objetivo era poder evaluar los prejuicios inconscientes de las persona que estaban congregadas en la plaza.
Debido a la ambigüedad que presentan los esqueletos, ya que no se puede ver realmente como luce físicamente la persona, se logró que muchos juicios precipitados salieran a la luz.
Sin embargo, la sorpresa aparece cuando los protagonistas salen de atrás de la pantalla y el público logra ver como lucen físicamente.